Ayuntamiento de Camarena

El municipio y Ayuntamiento de Camarena se hallan en la provincia de Toledo de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Su localidad pertenece a la comarca de Torrijos y las distancias que la separan de la capital Toledo es de 30 kilómetros y de Madrid, 55 kilómetros.

Como tantas poblaciones, su proximidad a Toledo atestigua asentamientos antiguos de antes de la época romana que a partir de la Reconquista quedan suscritos a la órbita del poder que ostenta el arzobispado toledano; esta dependencia finalizó con la concesión de los Reyes Católicos en el años 1498 de la Carta Puebla de Fuero Real, lo que le emancipa de todo señorío.

Protagonistas de la historia de Castilla, entre los años 1519 y 1521 sus vecinos sufrieron las violencias de los rebeldes Comuneros. Y de su participación en otros hechos belicosos, por haber permanecido fieles durante la Guerra de Sucesión, Felipe V  concedió a la Villa el título distinguido de “fiel”. 

Su paisaje se encuentra bastante alterado en provecho del hombre. Al abarcar el horizonte se observa un mosaico de cultivos de secano extensivos, en su mayor parte de cereal, vid y olivares. A estas tierras bien definidas se añaden los cursos de agua y las pequeñas vaguadas, reservadas a una vegetación natural que ofrece un hábitat idóneo para aves acuáticas y peces.

El Ayuntamiento de Camarera ha preservado una tradición religiosa que se plasma en sus numerosos monumentos. Del siglo XV y de estructura gótica figura la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Como elemento diferenciador sus tres naves están labradas en estilo renacentista y su elevada bóveda de crucería carga sus haces de nervios en ménsulas decoradas. De una magnífica riqueza artística deslumbran los numerosos retablos que ostentan la Capilla Mayor y otras adyacentes.

Sin desmerecer por su bello estilo popular se conserva la ermita del Cristo de la Sangre, construida a finales del siglo XVII y de una sola nave. Su exterior recuerda el más puro estilo mudéjar toledano que anuncia ya en su interior barroco un espléndido retablo  ocupando toda la cabecera del templo.

Y para finalizar el recorrido de tan ilustre Villa, la visita y paseo entre edificios tan nobles prometen no solo empapar de piedras talladas o artesonados sino también aderezarlos con el cumplimiento del buen yantar: Así, el recetario local repasa los guisos de caza como el arroz con liebre, la perdiz escabechada, las migas o los platos con productos de la huerta. Mención especial obliga los sabrosos asados de carne de cochinillo y cordero, y como postres deliciosos los típicos albaricoques y la golosa repostería cuyo producto estrella es el tradicional mazapán.