La arquitectura de los puentes históricos que pueblan España va los más contemporáneos hasta los más antiguos, profesando una construcción de diversos materiales, como la piedra o estructuras metálicas.
Sin lugar a dudas, hay muchos más de los que relatamos en esta entrada, una lista que confeccionamos teniendo presente su particular concepción, su majestuosidad, su impacto turístico y, por supuesto, su belleza.
El Puente de Triana, en Sevilla
Este puente destaca en toda España. Aunque se le conoce como “el puente de Triana”, su nombre real es el puente de Isabel II. Se edificó en conmemoración a la reina vigente en el año 1852, que fue cuando se inauguró. Como curiosidad, se pensó en incorporar en una de las entradas del puente una estatua de la reina, aunque al final se desechó la idea.
Es un puente elaborado en metal y que cruza el río Guadalquivir, uniendo el barrio de Triana con el centro de la ciudad. Está tipificado como el puente construido en hierro más antiguo de España.
Ferdinand Bennetot y Gustavo Steinacher fueron los ingenieros que elaboraron su peculiar diseño, inspirándose en el puente del Carrusel de París que atraviesa el Sena cerca del museo del Louvre.
El Puente de Besalú, en Girona
Se construyó en el siglo XI, alrededor del año 1075, bajo una arquitectura de tipo románica. Atraviesa el río Fluvià con una longitud total de 105 metros y 30 metros de altura, estando soportado con 8 arcos que embellecen toda su composición. Uno de dichos arcos se ubica empotrado en la misma muralla, unificando toda la arquitectura medieval.
En los años 50 y 60 se procedió a reformarse siguiendo los cánones originales, pues se encontraba muy deteriorado debido a la Guerra Civil.
Turísticamente hablando, este puente es la sensación de todo viajero que llega a la comarca de la Garrotxa.
El Puente de Bizkaia, en Portugalete
El puente de Bizkaia, también conocido como “el puente Colgante”, se eleva 60 metros sobre el río Nervión. Se ubica entre los municipios de Portugalete y Getxo y está considerado como uno de los símbolos más emblemáticos de la revolución industrial, además de estar galardonado por la Unesco como patrimonio de la humanidad.
El puente metálico que se inauguró en el 1893, fue dirigido de forma privada por Alberto de Palacio y Elissague. Su edificación se prolongó durante tres años, marcando un hito al ser el primer puente colgante transbordador no solo de España, sino de todo el mundo. Hasta que se hizo realidad el puente, más de medio millón de personas tenían que cruzar la ría a remo.
El Puente Nuevo de Ronda, en Málaga
Este magnífico puente se ubica en la capital malagueña, sorteando la profunda garganta del Tajo de Ronda. Su realización recuerda mucho a la composición de un acueducto, con arcos soportados bajo robustos pilares. Su diseño corrió por cuenta del arquitecto e ingeniero José Martín de Aldehuel.
Su función es unir el barrio histórico con la parte nueva de la ciudad, un objetivo que se hizo realidad en el 1793. Llevó 34 años de obras para poder culminar el proyecto, pues mucho antes ya se había intentado sortear el río Guadalevín con otros proyectos que acabaron en fracaso.
Las vistas desde lo alto son sublimes, ofreciendo al turista una panorámica de todo el valle.
El Puente de San Juan de Gaztelugatxe, en Bizkaia
De entrada, el municipio de San Juan de Gaztelugatxe destaca por ser un destino turístico muy aclamado por los viajeros, sobre todo teniendo la reserva natural de Urdaibai muy próxima. Allí, entre las localidades de Bakio y Bermeo, se encuentra un islote rodeado de las aguas del mar Cantábrico y con este puente como único nexo de unión.
El puente resulta impactante al constatar su silueta serpenteante sustentando por los dos grandes arcos que conforman su base. Su superficie es estrecha y solo puede ser recorrida a pie, abriendo un camino empinado de hasta 241 peldaños de ascensión hasta llegar a la cima, donde se encuentra una pequeña ermita del siglo X.
El Puente de La Pepa, en Cádiz
El nombre real de este puente es el de la Constitución de 1812, un proyecto que dirigió de Javier Manterola en el año 2015. Es un enorme viaducto cimentado con hormigón y acero que atraviesa la bahía de Cádiz para juntar la ciudad con Puerto Real.
Se le conoce con el pseudónimo de la Pepa por afinidad a cómo también se conoce a la Constitución. Es el puente de carretera con mayor longitud de toda España, albergando algo más de 3 kilómetros de longitud y estando a 185 metros de altura.
En la edificación se empleó la barbaridad de más de 100.000 metros cúbicos de hormigón y 70.000 toneladas de acero, casi 10 veces más de lo que se requirió para la mítica torre Eiffel de París.
El Puente romano, en Córdoba
Esta maravilla elaborada en piedra, cruza el río Guadalquivir desde hace ya más de 2.000 años. Su construcción se le atribuye a Augusto, cuando en el siglo I a.C. ordenó que se alzara para unir las dos partes de la ciudad.
A lo largo de historia ha sufrido muchas remodelaciones y reformas, todas siguiendo la premisa de mantener la idea original, aunque algunas veces han sido añadidos. De hecho, uno de estos extras es símbolo de adoración por los turistas, como la escultura del arcángel San Gabriel, obra de Bernabé Gómez del Río, que fue erigida allí en el siglo XVII para agradecer al santo patrono el haber salido del brote de peste.
El espléndido puente ostenta 330 metros de longitud por 9 de ancho, y solo puede ser atravesado a pie.
El Puente de Rande, en Vigo
Esta obra se realizó en el año 1978 con la idea de cruzar la ría de Vigo y unir los municipios de Redondela y Moaña. Si bien dejó de usarse por problemas estructurales, en el 2018 se procedió a ampliarse y reformarse para, de nuevo, poder ser practicable por las personas.
Los creadores de este belleza arquitectónica fueron Fabrizio de Miranda, Florencio del Pozo y Alfredo Passaro, concibiendo la exquisita estética de tirantes que, hoy en día, es una de las imágenes más emblemáticas de Galicia.
¿Conoces o has visitado alguno de estos magníficos puentes?