Descubre cuáles son los monumentos más visitados y con mayor repercusión en la ciudad malagueña, cuna de la Costa del Sol y del turismo de costa en el mediterráneo.
La ciudad de Málaga, capital de la provincia homónima, está ubicada como centro neurálgico del turismo de la Costa del Sol al poseer el aeropuerto principal que acoge a millones de visitantes al año. La historia de la ciudad alberga distintas épocas donde se sucedieron las conquistas y la explosión cultural que tanto la define ahora.
Descubre en este reportaje, cuáles son los monumentos más visitados y con mayor repercusión en la ciudad malagueña, cuna de la Costa del Sol y del turismo de costa en el mediterráneo.
La Alcazaba
Es quizás la mayor atracción que se puede visitar en Málaga. Es una castillo-fortaleza de origen árabe donde se puede observar múltiples reformas según fue conquistada por las tropas cristianas. Está ubicada en el centro de Málaga, próximo al ayuntamiento, trazando el inicio del famoso Paseo del Parque que recorre la arteria principal de la ciudad (La Alameda). Es el monumento más emblemático de la ciudad, iluminando el horizonte por las noches con sus mágicas luces.
Su construcción data entre los años 1057 y 1063, empleándose materiales de acarreo y piezas del teatro romano cercano para su arquitectura, aprovechando las columnas y los capiteles, por ejemplo En toda su área se puede admirar de las matacanas, las impresionantes torres albarranas con los ojales para ubicar las saeteras y las murallas almenadas de forma secuencial, sintetizando así un cuadro defensivo idóneo si se tiene presente su alta ubicación sobre un cerro lindando a escasa distancia del mar. Es una fortaleza puramente militar, la que mejor se conserva de origen musulmana en toda España. .
El Teatro Romano
Está anexo a la Alcazaba, siendo parte de la misma pero accesible desde el exterior de esta. También está fechada en el período árabe.
Inicialmente estaba enterrado hasta que en el 1951 se descubrió. El ayuntamiento se volcó en su rehabilitación y conservación, pudiéndose admirar actualmente en todo su esplendor. Las excavaciones dieron como fruto rescatar el proescenium, esto es el escenario, parte de la Orchestra, que es donde los senadores y la cávea se aglutinaban, el graderío para el público corriente de 30 metros de radio por 16 de alto distribuido en trece gradas, y por último, las entradas a las gradas, más conocido con el latinismo de vomitorium.
Su construcción se atribuye al regente Augusto, que reinó en el siglo I después de Cristo. Se tiene constancia de que el teatro tuvo uso durante al menos dos siglos. Muchos de los materiales empleados de origen fueron desviados para la construcción de la Alcazaba.
El Castillo de Gibralfaro
Esta castillo, de origen fenicio, fue ocupado por los Reyes Católicos durante el asedio de 1487. Es una fortaleza histórica y emblemática de la ciudad, fechada de hace más de 2.500 años y en muy buen estado de conservación. Su cometido era dar cobijo a las tropas así como proteger a la Alcazaba de posibles ataques. Su función principal era ser el centro de operaciones desde el cual se gestionaba toda la fortaleza.
Gibralfaro se consideró durante mucho tiempo como una de las fortaleza más inexpugnables de toda la península ibérica. No en vano, sus dos hileras de murallas y los intimidantes ocho torreones no daban pie a que fuera fácilmente conquistable.
El Castillo de Gibralfaro tiene dos partes identificables:
- Parte superior o patio principal, lugar donde se ha adecuado el Centro de Interpretación que transmite a los turistas cuál es la historia del Castillo en boca de los propios vecinos del municipio. Aquí también se ubica la torre Mayor, que asciende hasta 17 metros, un pozo de origen fenicio y los baños que usaban los habitantes del lugar. El pozo es toda una proeza si se tiene en cuenta que se excavó en roca viva hasta llegar a los 40 metros de profundidad.
- Parte inferior o patio de armas, donde se disponía de los barracones de la tropa así como las caballerizas. En esta lugar también estaban dispuestos la torre albarrana, también conocida como torre Blanca, es cuyo interior se puede admirar un aljibe, varias dependencias de los militares y almacenes.
Museo del Vidrio y Cristal
Este peculiar museo presenta piezas elaboradas en cristal de las civilizaciones griegas, egipcias y fenicias, unas obras de arte de incalculable valor y belleza.
El museo en sí es una casona del siglo XVIII ataviada con muebles de época y unas vigas colgantes del techo que son las originales, todo cuidadosamente restaurado para transmitir la vida de entonces a los visitantes.
Toda la colección allí existente es privada y está constituida por alrededor de 3.000 piezas de cristal que recorren distintas épocas, además de albergar diversas obras pictóricas, mobiliarios y más enseres ornamentales tal y como eran en su época respectiva, sintetizando un ambiente casi exacto de cómo vivían en aquella época.
La Playa de la Malagueta
De todas las playas que Málaga ostenta, la de La Malagueta es quizás las más emblemática por su paseo marítimo repleto de chiringuitos y zonas de esparcimiento. Es una de las más céntricas y la que mayor volumen de turistas aglutina por la belleza de su recorrido.
Dicha playa recorre el litoral desde el Puerto de Málaga hasta la conocida como playa de La Caleta. Su nombre (La Malagueta) lo heredó del barrio homónimo donde se encuentra, una zona céntrica y de obligada visita por el turista, sea la estación que sea. En su paseo marítimo, aún se puede admirar las largas chimeneas de las fábricas azucareras que allí funcionaban, así como las viviendas que se usaron como bodegas y astilleros, dejando patente el inicio industrial que tuvo la zona.
La arena que recorre la costa de La Malagueta es de tipo oscura, grano medio, y bañando un litoral de 1.200 metros de longitud y 45 metros de anchura media. El oleaje es medio-bajo, con un calado muy bajo y poco pronunciado.
La Catedral de Málaga
El nombre que recibe este monumento es Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación de Málaga. Esta catedral se edificó durante 150 años, comenzando en la mitad del siglo XVI hasta el siglo XVIII. Su arquitectura es del tipo renacentista y barroco, alcanzando una altura legendaria que la convierte en la segunda más alta de toda España.
Es una obra arquitectónica emblemática del Renacimiento español. Su amplia historia se inicia en los cimientos de la mezquita sobre la cual fue erigida, dando paso a múltiples etapas constructivas, con sus estilos propios, que la convierten en una impresionante catedral donde se fusiona el renacimiento, el barroco y el gótico con esmero.
En su interior, destaca su espléndida capilla mayor, su maravilloso lienzo de la Virgen del Rosario -una obra de Alonso Cano-, su idolatrada Virgen de los Reyes y el retablo gótico en honor a Santa Bárbara. Así mismo, destacar el coro, una obra escultórica representativa del barroco español más brillante..
El Mercado de Atarazanas
Este mercado constituye una vista donde poder admirar la tradición de la ciudad. La enorme casona que alberga el mercado abre absolutamente todos los días, permitiendo no solo comprar sino también degustar tapas y probar diferentes tipos de vinos y quesos. Entre sus numerosos stands se puede encontrar los productos típicos y autóctonos de la región.
Está construido sobre un edificio de origen musulmán, destacando su marcado estilo neoárabe con ornamentos típicos nazaríes y califales. En 1822 se procedió a derribar los torreones decrépitos que impedían transitar por la zona, y el 1868, se hizo lo propio con los restos de las murallas, dando pie a que se rehabilitara lo restante del conjunto para erigir el emblemático mercado, sintetizando así el primer mercado malagueño que no estaba al aire libre.
El Paseo del Parque
El Paseo del Parque es una zona verde muy frondosa que transita de forma paralela a la avenida de La Alameda. Alberga una flora muy variopinta, desde palmeras otras especies tropicales hasta otras plantas de diversos origen. Se mantiene en perfecto estado y a diario, creando una zona maravillosa para pasear en sus enorme área.
Además de la fastuosa arboleda y flora del lugar, hay multitud de zonas románticas y de recogimiento donde poder disfrutar de la tranquilidad en pleno centro. El mobiliario allí existente se enmarca bajo la capa de la tradición y la cultura, plantando bancos revestidos con azulejos típicos; y presentando bustos y obeliscos como recuerdo de personajes ilustres de la ciudad. Así mismo, se reparten varias fuentes, destacando la de las Tres Gracias.
Los monumentos más reseñables son los que conmemoran a:
- Monumento a Antonio Muñoz Degrain
- Monumento a Arturo Reyes
- Monumento a Bernardo Ferrándiz
- Monumento al Comandante Benítez
- Monumento a Eduardo Ocón Rivas
- Monumento al Fiestero
- Monumento al Marqués de Guadiaro
- Monumento a Narciso Díaz de Escovar
- Monumento a Rubén Darío
- Monumento a Salvador Rueda
- Ninfa del Cántaro
- Ninfa de la Caracola
- Burrito Platero
El Museo Automovilístico y de la Moda
Se presenta colecciones muy variopintas en sus más de 6.000 metros cuadrados, distribuidos en 13 áreas concretas. Se puede admirar más de cien vehículos exclusivos y extravagantes (el coche de James Bond, el de Batman, e incluso uno que funciona con agua) además de multitud de piezas de alta costura.
Entre los automóviles presentados se pueden encontrar marcas como Bugati, Packard, Rolls Royce, Bentley, Jaguar, Mercedes, Ferrari, entre muchos más. Muchos son prototipos o ediciones limitadas con características únicas, como tapizados en los asientos hechos con piel de avestruz, maderas del salpicadero estrambóticas, elementos como manillas hechos en nácar, marfil y plata, o faros de formas exóticas. Es toda una explosión de arte dedicada a los coches históricos, nuevos y legendarios.
En lo que respecta a la moda, destaca la exposición sombreros vintage confeccionada por modistas de renombre como:
- Balenciaga
- Schiaparelli
- Givenchy
- Balmain
- Oleg Cassini
- Dior
- Chanel.
El edificio fue antaño la famosa tabacalera, una fabrica de tabacos que se erigió en el 1923. Actualmente, y tras una remodelación integral, se ha fusionado cada sala para que se integre en esa combinación perfecta entre historia, arte y cultura. No en vano, este museo está considerado como uno de los museos automovilísticos más relevantes y de mayor renombre en todo el mundo.
Chiringuitos playeros
Si un plato destaca sobremanera en Málaga, ese es el de las sardinas espetadas. Se puede disfrutar tanto en zonas al aire libre como en restaurantes cerrados del centro, aunque lo recomendable es hacerlo en los paseos marítimos, donde se podrá ver cómo las espetan a la brasa sobre una barca repleta de carbón, una tradición que encandila con tan solo verla.
Es una tradición típica malagueña que es considerada como parte de su cultura histórica. Todos los turistas destacan la sensación única que se despierta al estar sentado frente al mar, a veces incluso en sillas y mesas dispuestas sobre la arena de la propia playa, mientras sirven las sardinas y otros productos de mar. Es un cometido que, si se viaja a Málaga, se debe probar.
Escribir un comentario
Comentarios 10 mejores sitios de Málaga