El Ayuntamiento de Murcia continúa con varios proyectos paulatinos que buscan un objetivo común: limitar la circulación rodada en el casco urbano de la ciudad. Se busca reducir la creciente contaminación que allí existía, instando a que los ciudadanos usen el transporte público (que dispondrán de unos carriles exclusivos para ellos) y promoviendo que se emplee medios ecológicos tales a bicicletas, patines o motos eléctricas.
Este proyecto sigue los pasos del que llevó a cabo la capital del país en el denominado Madrid Central. Se está siguiendo cada paso y progresión que aquel fue haciendo para instaurarlo también en la localidad murciana, llegando incluso a ponerse sobre la mesa de diálogo si se debe proceder a limitar que los vehículos más viejos (y más contaminantes) puedan seguir entrando en la ciudad.
Las medidas adoptadas y por suscribir se presentaron de forma pública ayer aprovechando la adecuación de la zona de Alfonso X el Sabio para acoger la celebración de la Semana Europea de la Movilidad 2020, fechada para el 16 al 26 de septiembre. Rebeca Pérez, la concejal de Movilidad Sostenible y Juventud, recalcó que el Ayuntamiento está concienciado en reducir la contaminación y pormenorizar el tráfico de vehículos, alentando a que la ciudadanía local apueste por las alternativas ecológicas o de electromovilidad.
José Ballesta, el alcalde de Murcia, añadió a la intervención de Rebeca la multitud de proyectos que estaban ya iniciados para alcanzar tal fin ecológico. Así, destacó que los carriles-bus estarían totalmente segregados, esto es, que tendrían unas guías de seguridad que impedirían que otro vehículo pueda invadirlos. Con ello, según el alcalde, se ganaría en puntualidad en las rutas, sostenibilidad y en una reducción sustancial de la contaminación al prohibirse el acceso a los vehículos particulares.
Igualmente tuvo unas palabras para referirse a la emisión de las etiquetas ecológicas que se pegarían en según qué vehículos dependiendo de sus características y emisión de contaminantes, relatando que si bien el proyecto lo están estudiando, ven complejo aplicarlo en breve. Recordemos que estas etiquetas no solo servirían para amortiguar los impuestos de circulación del vehículo, sino que además actuarían como limitador para saber si pueden transitar por determinadas calles o no.
De lo que sí está seguro el alcalde -y así lo subrayó, es que el Ayuntamiento seguirá con su empeño en convertir Murcia en una ciudad de bajas emisiones, procediendo a restringir el paso de determinados vehículos contaminantes si fuera necesario.
El Consistorio se mantiene también muy afín con la idea de seguir peatonalizando calles y avenidas de la localidad. Ya se han reconvertido varias carreteras para tal hecho, y las que restan, de momento han visto como se ha bajado la velocidad máxima permitida de 30 a 20 kilómetros por hora, promoviendo así que se contamine menos y que los vehículos prefieran no pasar por ahí y busquen una alternativa, lo que agilizará el momento de querer peatonalizarlo todo.
En otro orden cosas, se va a tramitar también que los aparcamientos de pago (llamados ORA) verán reducidas sus tarifas por hora, pero exigirá una mayor rotación, estipulándose un máximo de tiempo para el estacionamiento. La idea proyectada es que los parquímetros emitirán el ticket solo si el usuario introduce previamente la matrícula de su vehículo. Ello, unido al desarrollo de una app para Android e Iphone, facilitará que los usuarios puedan saber en tiempo real dónde hay parking o cuánto tiempo falta para tener que renovar el ticket.
El eslogan que se ha adoptado desde la alcaldía es “Murcia se sube a la neuromovilidad”. La idea a implantar es que exista una capacidad de desplazamiento inteligente y sostenible para así poder abrazar un beneficio común.