La crisis de muchos ayuntamientos españoles hace que actualmente las poblaciones compartan servicios con el fin de reducir gastos. Es el caso de municipios de la provincia de Tarragona y de la comarca del Alt Camp que han firmado convenios para compartir prestaciones sin tener que pagar más y ante el anunciamiento del Gobierno de la desaparición de muchos municipios de la geografía.
Según el Diari de Tarragona, el ayuntamiento de Perafort ya hace años que pensó en estas medidas y ha establecido acuerdos con municipios colidantes para que compartan escuelas o zonas deportivas. De hecho, con la crisis se ha demostrado que no es rentable que pueblos de 1.000 habitantes o menos tengan una gran piscina o canchas de baloncesto cuando el pueblo de al lado también los tiene.
De esta manera, los ciudadanos de algunos ayuntamientos cercanos a Perafort pagan la misma couta para beneficiarse del polideportivo y practicar diferentes deportes, son instalaciones que dan cobertura a 15.000 habitantes y la gran parte de estos pueblos tiene una media de 2.000 habitantes. Atrás quedaron las rivalidades entre poblaciones, donde cada una debía poseeer instalaciones de primera, campos de fútbol, equipos propios y fiestas interminables.
El saneamiento de las cuentas de los ayuntamientos españoles pasaría, por tanto, por iniciativas como las de los municipios tarragonenses. Una buena medida para evitar la supresión de poblaciones y duplicar funciones. Pensemo que cada municipio tiene su historia y una cultura propia al paso de los años.
Los alcaldes de los municipios de Tarragona que han firmado estos acuerdos están satisfechos con las medidas porque creen que beneficia a los ciudadanos y es realmente lo más importante. Además, se prevé que firmen más acuerdos con el ayuntamiento de Perafort con el fin de que los niños de esta localidad puedan acudir a la Escola de Música de El Morell y también los centros de día por parte de las personas mayores. Sus responsables aseguran que el objetivo principal es optimizar recursos y que los vecinos de otras poblaciones puedan beneficiarse de instalaciones que, de otra manera, quedarían obsoletas y sería imposible sostener económicamente.