Mediante fotografías tomadas por satélite, el investigador Manuel Cuevas de Sanlúcar de Barrameda, ha puesto es conocimiento de la Junta de Andalucía el hallazgo de lo que considera una gran ciudad sepultada en la desembocadura del río Guadalquivir, a la altura del pinar de La Algaida, en el término municipal de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Las fotografías tomadas a unos 700 kilómetros de altitud, están tratadas y posteriormente aumentadas, según el investigador sanluqueño. Dichas fotografías dejan ver formas de estructuras sepultadas, también en el Cerro del Trigo, dentro del parque de Doñana, donde ya el arqueólogo Adolf Schulten había ubicado la ciudad de Tartessos, unos seis kilómetros de La Algaida, en la otra orilla del río.
El investigador, Manuel Cuevas, también ha presentado un escrito en la Consejería de Cultura, en el que aporta documentación con las coordenadas de cuatro grandes edificios y un poblado anexo, de no menos de 2.500 años de antigüedad. Estas construcciones son de dimensiones descomunales para la época, midiendo 360 x 180 metros y otro de 180 x 100 metros.
En el pinar de La Algaida hay una extensión de ocho kilómetros cuadrados aproximadamente y pueden verse estructuras de edificaciones completas, pareciendo que se han conservado al haber sido sepultadas por sedimentos y agua en una gran inundación.
Además de los restos vistos desde la altura, se han detectado diferentes tipos de estructuras de épocas anteriores a la romana; espigones portuarios, canales navegables, muros y cimentaciones de embarcaderos y otras construcciones lineales que vislumbran las líneas de las calles de una ciudad.
Debe de presentar un proyecto avalado por la Universidad de Andalucía para que tenga rigor y carácter científico y así poder optar a los permisos pertinentes para poder realizar estudios para conocer la profundidad a la que se encuentran los restos más próximos y poder empezar una escabación. Cuevas ha contactado con el Catedrático de Arqueología, el señor Ramón Corzo, el cual tras ver y analizar las fotografías ha determinado que debería comprobarse científicamente mediante tomografías, catas o alguna excavación.
Por la profundidad a la que se hallan alguna de estas estructuras, se deduce que el período en el que se construyeron coincide cuando el río Guadalquivir era un estuario y el mar cubría la actual ciudad de Sevilla y en la que la tecnología no conocía medios para realizar semejantes construcciones. Quizá un mito o una civilización perdida, quien sabe si la Atlántida.