El único gestor que se ocupa de las instalaciones deportivas, los teatros emblemáticos, las oficinas de turismo y de organizar todos los grandes eventos, es la concejalía de Cultura de Deporte del consistorio madrileño, según Celia Mayer. Cuando llegó a la concejalía, se especuló con la posibilidad de que la empresa municipal Madrid Destino despareciese, pero todo lo contrario, el Ayuntamiento de Madrid va a apostar por su desarrollo.
Dentro de unas semanas se conocerán los cambios que este gestor va a sufrir, empezando por la reestructuración del organigrama de la empresa, tras una auditoría de funciones efectuada durante varios meses. El objetivo que busca el Ayuntamiento de Madrid, no es otro que conseguir que la empresa gestora sea eso una gestora y que funcione con un equipo de dirección de un máximo de nueve personas. Un director de programación y un financiero, serán las figuras sobresalientes del nuevo proyecto de gestión. Respecto al programa de gestión turística y cultural de la ciudad de Madrid, deberá de enfocarse desde un punto de vista transversal y que algunas de las competencias se compartan con otras concejalías como Medio ambiente o Urbanismo.
Había recibido varias críticas desde la oposición, ya que según argumentos, hasta la semana pasada este área de turismo estaba estancada, sin funcionalidad y con una dejadez absoluta por parte de la concejalía de Cultura, siendo el turismo uno de los motores económicos y culturales de la ciudad de Madrid.
En el borrador de los presupuestos para el año que viene y que deberán de ser aprobados con el apoyo del PSM, se contempla una partida de 56.500.000 euros para la empresa gestora Madrid Destino, unos 53 millones de euros para gastos corrientes de bienes y servicios y unos 3 millones de euros para inversiones.
Al margen de todo, la actual concejala tiene muy claro el modelo de turismo que quiere para la ciudad de Madrid y apostará por impulsar en estos próximos años el turismo social y sostenible, para evitar así problemas que ya se han producido en otras grandes ciudades como Barcelona. Hay que hacer posible que se pueda conjugar la vida diaria de los ciudadanos con el turismo y las actividades relacionadas con este, potenciando otros lugares, en los alrededores de Madrid para que no sólo sea objetivo turístico el centro de la capital de España.