El Ayuntamiento de Zaragoza ha proclamado la ubicación de cuatro cámaras de vigilancia nuevas en las calles donde más delitos se están cometiendo, concretamente la de Pignatelli, en el Casco Histórico. La proclama ha contado con el beneplácito de la Delegación del Gobierno en favor de detener la delincuencia que se está desencadenando en la zona desde hace un par de años, según las críticas que han ido recibiendo por parte de los vecinos.
Según palabras de Alfonso Mendoza, el presidente de la Junta Municipal del Casco Histórico, la iniciativa que se va a llevar a cabo en estos días con las cámaras de vigilancia se estudió hace varios meses atrás, mas es ahora cuando finalmente se ha podido hacer realidad tras aprobarse en los distintos organismos administrativos y encontrarse la ubicación idónea donde situarlas. En relación a este último punto, dos de las cámaras se situarán en la calle de Ramón Pignatelli, justo en los cónclaves de calle Cerezo con Zamoray, mientras que las otras dos se instalarán en la calle Agustina de Aragón.
Todas las capturas que recabe las cámaras se guardarán durante un breve periodo de tiempo bajo la supervisión de la Policía Local, de forma que puedan disponer de ellas con la mayor prontitud en caso de que acaezca alguna denuncia, una investigación sobre algún delito o cualquier tipo de requerimiento judicial. La activación de las cámaras ya instaladas sucederá en las próximas semanas, restando solo que se adecue la fibra óptica. Se prevé que la respuesta que dé dichos métodos de vigilancia sea muy positiva, sirviendo como prueba piloto para proceder a instalar más cámaras en otras zonas conflictivas de la ciudad.
Según las declaraciones de Mendoza, los soportes de vigilancia será una medida disuasoria que pormenorizará la delincuencia de la zona, aunque no logre extinguirla del todo. En ese sentido, ha instado a las administraciones pertinentes que muevan ficha y actúen contra el problema con mano dura y dedicación, sobre todo en lo relativo a la okupación de viviendas para arremeter actos delictivos, instando a que revisen la legislación vigente hoy en día para acometer la modificación oportuna que proteja al legítimo propietario.
Una queja que iniciaron los vecinos
La repulsa inicial que mostraron los vecinos que habitan en la calle de Pignatelli sucedió este verano, cuando se sucedió varios incidentes delictivos en sus calles que llevaron a incrementar los problemas de convivencia, la suciedad de la zona y la violencia. Todos los habitantes del lugar se juntaron para redactar una queja formal al Ayuntamiento donde se establecía que necesitan una solución integral a todos los problemas.
Haciendo eco de esa solicitud vecinal, la Plataforma de Afectados del Gancho de Zaragoza inició una manifestación en la plaza del Pilar con el fin de reclamar que las instituciones actúen con mayor presteza ante el problema habido de inseguridad en las calles. El Ayuntamiento no ha tardado en responder con un asentimiento a la queja, reseñando que, en efecto, el problema existe ya desde hace años a causa de la desidia y abandono por parte del anterior equipo de gobierno al mando.
Por ello, Mendoza ha aplaudido que, junto a la instalación de dichas cámaras, se ha procedido a reforzar la presencia policial y se ha incrementado los ciclos de limpieza de la zona, además de haber iniciado en lo que va de año un total de 56 expedientes sancionadores por parte del área de Urbanismo para hacerse cargo de los okupas ilegales.