Debido a la propagación del Covid-19 y su alto grado de contagio, las empresas y los estamentos oficiales, han tomado la decisión de que todos aquellos trabajos que son susceptibles de realizar a distancia, los realicen sus trabajadores desde casa y en algunos casos con la asistencia presencial del trabajador algunas horas a la semana en la empresa. Los trabajadores están siendo obligados a recluirse en sus casas y desarrollar su trabajo, pero tenemos que mantener los niveles de seguridad que tenemos en las empresas y así evitar brechas de seguridad que pueden ser aprovechadas por los criminales de la red que están siempre al acecho.
Para estar preparado y siempre alerta, debemos de tener mucho cuidado en controlar las contraseñas e incluso cambiarlas para garantizar la seguridad una vez comencemos a trabajar desde nuestro domicilio. Estas contraseñas que debemos actualizar, deben de ser lo más complejas posible y así poder tener acceso a nuestro correo electrónico, plataformas de la empresa y demás sistemas, de una forma segura. En nuestro domicilio tenemos una WIFI particular, y por tanto, una IP diferente y menos protección que en la empresa, se supone.
Las contraseñas deben de tener como mínimo ocho caracteres, que sean alfanuméricas e introducir algún símbolo en ella. Nunca usar datos personales; fecha o lugar de nacimiento, DNI o el nombre propio.
La conexión WIFI de nuestro domicilio es relativamente segura, el problema viene cuando tenemos que usar redes públicas de acceso libre. Deberíamos de limitar el uso de estas redes; estaciones de tren, aeropuertos, hospitales o centros comerciales.
En situaciones excepcionales como esta, las estafas en la red son muy comunes y atraen a los maleantes que están esperando situaciones límite para hacerse pasar por estamentos oficiales, organismos internacionales y que a través de ingeniería social, se dedican a robar los datos a los usuarios para luego suplantar su identidad y arremeter contra su contraseñas bancarias, redes sociales suplantando la identidad de uno e incluso realizando compras online.
En nuestro domicilio debemos de tener un comportamiento de entidad, y no tenemos que cambiar los hábitos de trabajo por estar en nuestro domicilio. No bajar la guardia ante posibles enlaces sospechosos o páginas no seguras y nunca mezclar el ocio con el trabajo. Solo así aseguraremos nuestro cometido, que no es otro que realizar nuestro trabajo diario con éxito y así cumplir con nuestra empresa y de una forma segura.
Cuidado con los mensajes sospechosos. Parémonos a pensar y antes de abrirlo si realmente he realizado el pedido que me indican en el aviso. Si tengo dudas de un mensaje recibido, me puedo poner en contacto con la empresa emisora, por otro medio.
Desde principios de año ya se han denunciado mensajes con documentos infectados que circulaban por Internet, los cuales supuestamente nos informaban sobre el covid-19 o coronavirus. Vídeos, instrucciones para la protección frente al coronavirus y demás información que realmente estaban ‘infectados’.
Los temas suelen ser del día a día. Los ciber-delincuentes se apoyan en el interés público. Es más fácil enviar una noticia cotidiana que está en el candelero, que otra rebuscada y especial, la cual va a producir un menor interés por parte del público y una menor probabilidad de éxito de su ciberataque.
Controlad el acceso a la plataforma de trabajo y no escatiméis en seguridad. Se recomienda el uso de una VPN. Cualquier error cometido por un usuario puede condenar a todo el sistema de la empresa.
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