Ayer, el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, presentó las conclusiones preliminares del estudio de seroprevalencia realizado desde el 26 de abril a una parte de la población española de distintos territorios con el fin de conocer qué porcentaje de la ciudadanía ha estado en contacto con el coronavirus. Según este estudio, solo el 5% de la población ha estado en contacto con el virus desde que entró en nuestro país.
Esto supone que tres millones de personas han estado en contacto con el COVID-19 y, por lo tanto, han desarrollado anticuerpos. Este índice sirve para ver si podemos aspirar a la conocida inmunidad de rebaño, o lo que es lo mismo, alcanzar un nivel de inmunidad ante el contagio al haber mucha gente con anticuerpos y que no pueden ser ni transmisores ni contagiados. No obstante, para que eso sucediera, deberíamos tener un porcentaje mucho más alto, concretamente del 60%.
Aún faltan dos rondas más de testeos a este primero en el que está inspirado el estudio, según informa Raquel Yotti, la directora del Instituto Salud Carlos III, quien además subrayó el hito de lograr una encuesta de este calibre y en tan poco tiempo, pues han sido múltiples provincias y distintas casas las que han sido sometidas al testeo.
La prevalencia nacional encontrada es parecida en hombre y mujeres, y como era lógico pensar, se observa cómo hay una gran variabilidad geográfica. Los trabajadores esenciales como los sanitarios poseen una seroprevalencia similar a la del resto de la ciudadanía, mientras que en los niños sí se contempla como es mucho menor.
Inmunidad de grupo o de rebaño
Los resultados alejan mucho la posibilidad de lograr esa inmunidad de grupo que debe alcanzar el 60% de inmunizados. Provincias como Madrid obtuvieron el más alto porcentaje, con un 12%, al igual que las provincias anexas con un 14% en Soria, un 13.5% en Cuenca, un 13% en Segovia, un 12% en Albacete, un11% en Ciudad Real, y un11% en Guadalajara. Como referencia, en la provincia de Barcelona se obtuvo un índice de seroprevalencia del 7%.
Este hecho indica también que somos vulnerables a posibles rebrotes, pues el contagio encontraría poquísima resistencia en la población para contagiarse de forma voraz. No en vano, seguimos estando en estado de alarma y en plena desescalada controlada, y es que, debemos ser progresivos y constantes con el descenso de contagios.
Se constata también en el estudio el acierto de plantear una desescalada asimétrica, pues la variabilidad territorial queda patente en este estudio, con zonas muy fuertes en términos inmunes y otras mucho más débiles.
Por otro lado, hace dos días salió a colación la posible normativa a aplicar para todo aquel que venga a nuestro país de ponerle 14 días en cuarentena por su seguridad y la del resto, anulando así casi toda posibilidad de que pueda ser un paciente cero de rebrotes. No es una opción muy venerada por nadie pero, tras ver el estudio, puede ser un buen añadido para paliar los contagios y establecer un orden de control para los que vienen de fuera.