Tras la marca francesa Zannier, un malagueño llamado Rafael Domínguez de Gor ha construido la empresa Mayoral, segundo líder europeo en moda infantil. Empezó en la ciudad de Málaga hace ya unos 50 años, hoy en día está presente en más de 70 países de todo el mundo.
También tiene filiales comerciales en Grecia, México, Turquía, Portugal, Estados Unidos, Ucrania, Colombia, Francia, China y Polonia. Tiene la capacidad de fabricar 22 millones de prendas al año y cuenta con 140 tiendas propias, sacando al mercado unas 3.000 referencias distintas. En la actualidad cuenta con unos 1.000 trabajadores, un beneficio neto de 29 millones de euros con una facturación de 256 millones de euros.
La empresa ha crecido todos los años de su historia, pero poco a poco y haciendo las cosas lo mejor posible. Mucho antes de la crisis nosotros ya hicimos una planificación y en la actualidad no pensamos en cambiar nuestro ritmo actual de trabajo y actividad.
Mayoral nunca ha visto marcada su directriz por la premisa del beneficio o el crecimiento como principal cometido, nunca ha sido una aspiración. Cuando la empresa crece es fruto del esfuerzo y la filosofía de la mejora continua, servir a los clientes lo mejor posible, ser perseverante, cumplir lo que se promete o a lo que uno se compromete y lo más importante que es tener un buen producto. Llevamos una trayectoria de regularidad la cual nos ha dado siempre buenos resultados.
El 68% de la facturación procede de las exportaciones y la compañía no deja de crecer año tras año en el mercado exterior. Mayoral comenzó a vender en Alemania hace casi 50 años y comprendí que para exportar, hay que hacerlo en las mismas condiciones que la competencia local, transportar la mercancía hasta la puerta del cliente, libre de cargas y sin dificultades añadidas.
Mayoral ha invertido en la ciudad de Málaga unos 50 millones de euros en las nuevas oficinas de ventas y diseño, de los cuales unos 20 millones se destinaron a la compra de terrenos junto a las instalaciones del polígono El Viso. Cada lustro duplicamos nuestro volumen de negocio y cada lustro cambiamos de ubicación porque seguimos creciendo. Hasta ahora que ya hemos solucionado el problema del espacio, en Málaga siempre hemos estado faltos de suelo industrial, por ello hemos adquirido más de 155.000 metros cuadrados justo al lado de las actuales instalaciones.
Somos la cuarta generación, desde que ya el abuelo abriera un taller de calcetines en Yunquera que posteriormente se trasladó a la ciudad de Málaga. Rafael Dominguez, se hizo cargo del negocio en el año 1966, una trayectoria que hoy en día ha sido premiada en numerosas ocasiones, pero el galardón que más ha agradecido fue hace ya 25 años cuando le nombraron Hijo Predilecto de Málaga y este año le van a nombrar el mejor ingeniero industrial de España, en un acto que contará con la presencia del Rey Felipe VI.