A ritmo paulatino y creciente, la pérdida de habitantes en los municipios con menos de 5.000 habitantes de nuestro país continúa en ascenso. El último estudio efectuado por el Instituto de Demografía, muestra como más de 58.000 personas se han marchado de estos núcleos poblacionales en los últimos cinco años.
Los datos son bastante claros. De los 5,7 millones de españoles que moran en estos pueblos rurales, aldeas, y municipios menores, el 1% ha decidido abandonar el lugar para migrara a una urbe mayor, es decir, unos 57.000 habitantes. Este hecho contrasta con el fulminante crecimiento de la población en dichos pueblos, sumando unos 20.000 nuevos habitantes y llegando incluso a unos insignificantes 14.000 en algunas zonas.
El resultado es inequívoco para estos municipios despoblados: se pierde más población de la que se gana, algo que lo hace insostenible demográficamente.
Caída demográfica en muchos municipios de la España Vacía
Los expertos han reseñado que esta circunstancia se produce a causa de un doble fenómeno. Por un lado, subrayan que este proceso de despoblación es irreversible e inevitable en los pueblos más pequeños. Por otro lado, abren un rayo de esperanza indicando que es posible iniciar protocolos para paliar la despoblación en los otros municipios algo mayores.
Según palabras de María Luisa Bustos, profesora de Geografía Humana en la Universidad de Salamanca, «es posible que los municipios de más de 5.000 habitantes se mantengan, pero la despoblación en los pueblos más pequeños, en la verdadera España vacía, me parece muy difícil de revertir, por no decir imposible«.
Según sus premisas, la media de edad de la población en esos municipios es muy elevada, y la pérdida de habitantes suele deberse a que fallecen o porque sus hijos los meten en residencias. María Luisa acentúa además que esos pueblos carecen casi totalmente de servicios, pues se da el hecho que en algunos de esos núcleos poblacionales habita apenas unas decenas de personas. Según su apreciación, en estos casos lo mejor que se puede hacer es reforzar centros comarcales y medios de transporte.
En la misma línea, Julián Mora, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Extremadura, añadió «que nadie piense que puede revertirse el proceso en pueblos pequeños, irá a peor, la edad media en esas poblaciones es tan elevada que el número de óbitos va a seguir creciendo mientras no aumentarán los nacimientos, no hay tasa de reposición».
El reto demográfico al que se enfrentan los municipios pequeños
La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, hizo acto de presencia hace una semana en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y tocó este tema de la España Vacía. Según sus cálculos, las 130 medidas adoptadas y los más de 10.000 millones de euros aprobados en el Plan de Medidas para afrontar el Reto Demográfico, están teniendo ya su repercusión. Destacó como, en los últimos cuatro años, 200.000 personas regresaron a vivir a poblaciones de la España Vacía de entre 5.000 y 20.000 habitantes.
Los medios, sin embargo, consultaron la hemeroteca y rescataron el proyecto referido, fechándolo en el 2001. Las 130 medidas aludidas por la ministra de Política Territorial se anunciaron por primera vez en boca de la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en marzo de 2021. Ello implica que los datos presentados por Isabel Rodríguez no se corresponden con los últimos cuatro años, sino con los últimos 21 años.
Lo que sí es cierto y es una realidad fehaciente, si se hace caso a los datos demográficos públicos del INE, es que en los últimos cuatro años el número de habitantes de las poblaciones de entre 5.000 y 20.000 habitantes ha crecido, aunque solo en 45.285 personas. Esto, por desgracia, es insuficiente para acometer un reflote de estos municipios afectados y -sobre todo- en los de menor población, aunque puede ser un inicio prometedor.
Desde ayuntamiento.es, abrazamos la idea de que se siga fomentando planes e inversiones para potenciar que no desparezcan estos magníficos pueblos de nuestra geografía. Son parte de nuestra tradición y cultura, teniendo cada uno de ellos, un rasgo que lo hace especial.