El calentamiento global ya es una realidad en diferentes puntos del planeta, en los que o bien se ha desertificado un territorio o bien han bajado de forma considerable las precipitaciones locales. El aumento de las temperaturas es un tema preocupante que tiene en vilo a cientos de expertos en los temas de climatología. España es uno de los territorios que está notando estos efectos de manera inmediata, lo cual puede provocar en un futuro no muy lejano cambios permanentes en nuestra geografía nacional.
Se han realizado diferentes estudios respecto a esto. Uno de ellos es la famosa predicción de los paleoecólogos Joel Guiot y Wolfgang Cramer (Miembros del centro Nacional para la investigación científica en Francia), en la que plasmaban la fecha en que la mitad de la Península Ibérica se habrá transformado en algo parecido al Desierto del Sáhara, esta fecha es el 2090. Esta afirmación sobre el futuro ya se ha hecho presente en la Región de Murcia, más concretamente en la comarca del Valle del Guadalentín, que tras diferentes contrastes realizados por Paco Gil (Secretario de Organización del sindicato Agrario COAG), se puede probar que es el punto más seco de España. Los números hablan por sí solos según Paco Gil, teniendo en cuenta que actualmente en la pedanía de Murcia “El Esparragal” llueve al año una media de 78,4 litros por metro cuadrado, la misma cifra que se da en Abu Dhabi.
No solo en la desertificación del territorio esta lo preocupante, el nivel del mar es un factor muy importante a tener en cuenta. Según la organización no gubernamental Climate Central si la temperatura mundial sube solo 4 grados, partes de ciudades españolas como Barcelona o Valencia quedarían inundadas de forma irremediable. Ecosistemas importantes de nuestro país como el Delta del Ebro, quedaría en su totalidad bajo el nivel del mar, perdiendo un gran tesoro natural español. Esto será causado por el deshielo provocado por el aumento de temperaturas globales.
El problema medioambiental nos atañe a todos y ha sido provocado por la incesante actividad humana en su crecimiento industrial y urbano, el incremento de los medios de transporte que contaminan y cada día tienen un papel imprescindible en la vida de todos nosotros, el aumento de incendios y sus consecuencias en la disminución de masas forestales,etc.
Aun así en España solo a un 0,6% de la población le interesa los posibles estragos que en un futuro hará el cambio climático en nuestro país. Y eso que es evidente que gran parte de nuestra producción agrícola y turística se verá quebrada por el aumento de las temperaturas y el cambio físico de nuestra naturaleza.
Es evidente que España hace tiempo que dejo de ser una zona mayoritariamente boscosa para volverse una zona semi-árida o árida. Este avance irremediable hacia el 2090 (Fecha del cataclismo natural español), tiene que dar en que pensar a las autoridades competentes que protegen el medio ambiente y a los ciudadanos del mundo para cambiar estos hábitos tan insalubres para el mundo.