El Ayuntamiento de Madrid ha decidido iniciar con el proyecto de prevención de la contaminación, aprobado meses atrás. Debido a que los días de baja temperatura, humedad y frío se acercan, esto significa que el invierno está por comenzar. Por lo que a través de este movimiento, se busca regular la expulsión de dióxido de nitrógeno (NO2), debido a que se lleva incumpliendo la medida tope designada por la Unión Europea (UE) durante seis (6) años consecutivos.
De este modo, las nuevas formas de control de la emisión de estos gases tóxicos se empezaron a emplear al inicio de este año en el mes de febrero. La primera acción tomada fue impedir el flujo vehicular en temporadas con un alto nivel de contaminación, con la finalidad de evitar la segregación de estos agentes, por lo que se controla la velocidad y el estacionamiento de automóviles en las zonas centrales de la capital.
Puesto que la contaminación atmosférica es perjudicial tanto para la salud de los seres humanos como para el medio ambiente que al final perjudica a quienes habitan allí, es por esto que su cuidado es responsabilidad de todos los ciudadanos. Por esta razón, se ha puesto en ejecución las nuevas medidas por parte del Ayuntamiento en busca de una mejoría. En consecuencia, es un asunto de solución global, ya que que los contaminantes emitidos pueden esparcirse en el aire y afectar a otros países.
De ese mismo modo, se estudia la probabilidad de limitar el acceso vehicular en las zonas más transitadas como la M-30, la cual es una autopista con una intensidad de circulación media de 304.423 vehículos diarios y la almendra central, situada dentro de los confines de la carretera de circunvalación ya mencionada, tradicionalmente comprendida por los siete distritos de Centro, Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán, y Chamberí. Esto se aplicaría en casos muy particulares para evitar llegar al incremento de la producción de NO2 y obtener un cuadro atmosférico grave.
Asimismo, el actual proceso se ha encargado de reemplazar al documento aprobado en el gobierno de la primera alcaldesa de este Ayuntamiento; Ana María Botella Serrano, quien asume este cargo tras la renuncia de Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez en el año 2011. Botella inició primero por recortar la velocidad a 70 kilómetros por hora mientras se circulará por la autopista M-30, y después procedió a prohibir estacionarse en aparcamientos localizados en el centro de la ciudad a las personas que no residían en esa zona.
Es así como el Ayuntamiento de Madrid espera obtener resultados favorables mediante al plan en contra de la contaminación que se está gestionando, para evitar que continúe en aumento los niveles de polución, incrementado en parte por los excesos de dióxido de nitrógeno, lo que llevó a esta institución a tomar medidas más estrictas con relación a esta problemática para alcanzar una solución. Incluso puede que se restringa el paso de automóviles en la ciudad por el alto índice de polución, aunque nunca antes se haya presentado una medida de este modo.