El Ayuntamiento de Valencia aún tiene sobre la mesa la posibilidad de celebrar las Fallas en 2021, evaluando con antelación las limitaciones que estén activas en cuestión de movilidad o si el toque de queda activo sigue persistiendo. De hecho, la Comunidad Valenciana tiene activo el confinamiento nocturno desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana, una medida que se ha adoptado -al igual que otras muchas comunidades autónomas- para paliar la propagación del coronavirus.
Carlos Galiana, el concejal de Cultura Festiva, procederá a reunirse el lunes 2 de noviembre con la cúpula de la Conselleria de Sanidad para debatir precisamente qué posibilidades hay y cuáles son las opciones válidas para poder celebrar las famosas fiestas de la localidad valenciana.
Por su parte, Joan Ribó, el alcalde de Valencia, destacó este lunes pasado que la intención del Ayuntamiento que rige es poder celebrar los actos pertinentes de la Fallas, siempre y cuando sea posible y aplicando todas las restricciones sanitarias y sociales que sean pertinentes. Según sus palabras, el Consistorio hará todo lo posible para poder abrir esta nueva edición fallera y hará hincapié en vigilar para que se respete escrupulosamente todas las normas. Así mismo, quiso reseñar que, por desgracia, aún no se puede concluir nada al respecto, pues todo depende de cómo evolucione la pandemia y si la curva de contagios decrementa de forma segura.
Las declaraciones se efectuaron como término a la rueda de prensa que mantuvo junto a al vicepresidente segundo del Consell y titular de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, donde se habló acerca del concurso que se está licitando para afrontar el proyecto piloto que ejecutará la construcción de viviendas públicas en un solar de la ciudad.
Una de las preguntas más directas fue la que cuestionó si el nuevo estado de alarma dictamina que las fallas no puedan ser celebradas, a lo que el edil replicó que no, aunque matizó que todo dependería de los parámetros sanitarios que se vayan abriendo. Añadió, además, que dado que las Fallas se celebrarían dentro de cuatro meses y medio, tiempo bastante largo como para proceder con una previsión acertada al respecto, aún es muy pronto como para pronunciarse de forma tajante sin temor a errar.
No obstante, Joan Ribó sí puso de manifiesto y a modo de ejemplo cómo la celebración que se llevó a cabo en el teatro recientemente funcionó de maravilla, siendo un esquema de que las fallas también podrían salir bien si se aplica as normas establecidas para evitar contagios de coronavirus.
Según sus palabras, las herramientas disponibles que se deben usar es hacer bien las cosas y respetar escrupulosamente las normas, un decálogo que puede vaticinar que se pueda realizar sin temor a lamentar ninguna desgracia. Su eslogan final fue bastante clarificador al respecto, aseverando que no es menester quedarse sentados esperando que pase todo, sino que se debe hacer todo lo que se pueda hacer.
No obstante, la única conclusión válida que predominó la noticia es que toca esperar a ver la evolución de la crisis sanitaria. Por su parte, Ribó aseveró que el Ayuntamiento tiene toda la voluntad para poder implicarse en la celebración.