Durante las fiestas del Carmen, Lasarte-Oria vio con esplendor en sus ojos la inauguración de un nuevo monumento, que tiene como finalidad recordar los orígenes de un pueblo cuya historia es apasionante. El autor de dicha escultura fue el oriotarra Miguel Ángel Oribe, quien recibió el contacto por parte del Ayuntamiento, para que edificara una obra que retratase simbólicamente las raíces de esta comunidad.
La obra fue bautizada como ‘Brunet’ y es un recuerdo de la Fábrica de Hilados de Oria, que tiene un significado superlativo en la formación de este pueblo en el siglo pasado, específicamente en 1976.
La imagen cultural hecha por Oribe está ubicada junto a la casa Brunet-Enea, la cual actualmente es el restaurante El Jardín, y que mucho antes fungía como el hogar de la familia Brunet, es decir, de esta relación proviene el nombre de la edificación. En dicho lugar se hallaba la entrada a una fábrica icónica, que ocupaba toda una extensión de terrenos industriales, cuyos se encuentran hoy día frente a las viviendas de Oria, casi hasta llegar al Txartel,
Miguel Ángel comentó acerca de cómo inició este proceso de creación y dice así: “hice muchos bocetos, pero algo tenía claro: tenía que aparecer el antílope, el símbolo de Brunet. Además, me gusta que en mis esculturas haya un hueco por donde pueda pasar la gente y la luz”. Todo eso lo cumplió y lo combinó de una forma excelsa y maravillosa.
En cuanto a la descripción de la escultura, cabe destacar que “peso 800 kilos y al estar fabricado en acero corten se asegura su durabilidad” expresó el autor de esta obra, que tuvo como cómplice al herrero del pueblo Jokin Gorostidi. Asimismo, la edificación tiene dos metros de alto, por 1,60 metros de largo y más de 50 centímetros de ancho, siendo de color marrón.
“Para mí ha sido un honor que se acordaran de mí para hacer este trabajo. Creo que los vecinos la han acogido con agrado, pero lo que más les ha gustado es que por fin haya algo que recuerde lo que fue Oria hace unas décadas”, declama Oribe sobre el fruto de su trabajo.
En la edad media, un pueblo con aires propios medievales y muy naturales de su rica historia, de una forma muy estrecha y con el Camino de Santiago, conocido como Lasarte, se vería ligado con el pueblo Oria, nombre que se origina directamente a causa principal del río Oria, que para entonces no era nada más que un barrio rural de poca relevancia socioeconómica. Éste se hizo importante a medida de que pasó el tiempo a través de la industrialización, por medio de las fábricas de hilados y tejidos de Brunet y Cía. Posteriormente se convirtió en un pueblo industrial de casa obrera, ya que propinó empleo a más de 400 trabajadores en la industria y se transformó básicamente en una propiedad obrerista, obteniendo de esta manera el apodo popular de ‘la pequeña Rusia’. El día que se celebra la congregación de unión entre estos dos pueblos es el 31 de enero.
