Durante todo el 2011 y en adelante no será obligatorio presentar el recibo del impuesto de circulación en las Jefaturas de Tráfico, que sólo podrán exigirlo en caso de que no les conste que ha sido pagado.
El objetivo de la medida es reducir los trámites ya que, a partir de ahora, serán los ayuntamientos los que faciliten a la DGT quienes han abonado el impuesto mediante un sistema informático.
Algunos de los beneficios que aportarán esta medida serán, entre otros, el ahorro de 3 millones de fotocopias, reducir la jornada laboral de 100 funcionarios o el ahorro de más de 22millones en gastos y desplazamientos, tan solo conectando una red entre ayuntamientos y DGT.
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