El Ayuntamiento de Valladolid abrirá al público las piscinas a partir del 29 de junio, habilitando tanto las ubicadas al aire libre como las climatizadas y dispuestas en zonas cerradas. Según las declaraciones del Consistorio, hay que abrirlas sí o sí para dar cabida a la gente que no podrá ir de vacaciones y tendrán las piscinas como único consuelo. Aún falta que la Junta de Castilla y León fije las bases para la apertura de las instalaciones de baño, aunque según se prevé, eso sucederá en estos días.
Son varios los ayuntamientos de la comunidad los que se han reunido para mantener conversaciones y ver cómo llevar a cabo el proceso, porque se entiende que ha habido una evolución en la desescalada que permita emplear medidas más flexibles, sobre todo en el índice marcado máximo de un 30% del aforo inicial planteado.
El plan contempla aplicar una serie de bonos de entrada como fórmula preferente para gestionar a todos los usuarios en el caso de que el aforo esté completo. Los bonos se darán de forma equitativa entre la población para que los vayan agotando de forma individual, siempre y cuando el aforo de la piscina lo soporte. Se contempla, no obstante, que dicho límite pueda llevarse a cotas del 75%, como se ha permitido en otras regiones tales a Galicia. Según el Ayuntamiento, ese nuevo valor sería imprescindible para poder poner en marcha el sistema de bonos, ya que, de lo contrario, sería contraproducente al fomentar que se formen colas de gente esperando su turno para entrar.
El bono y las entradas darán derecho a acceder a las piscinas descubiertas y a las climatizadas, incluso aunque la temporada estival sea la indicada para gestionar su mantenimiento. De esta forma, se contrarrestaría el recorte de aforo y se satisfacería la previsible demanda de ciudadanos que desean emplear las instalaciones.
En los céspedes y zonas exteriores de las piscinas, la Concejalía ordenará que se parcele toda el área para instruir a respetar la distancia social, unas medidas que serán vigiladas por los socorristas o el personal de seguridad.
El edil aún no ha dado números de cuánto desembolso acarrearía este nuevo sistema de bonos y aporte extra de personal de vigilancia, pues hasta no tener la normativa activa, resulta bastante complejo crear un baremo económico fiable.
Las comunidades de vecinos gestionarán ellos mismos sus piscinas
En el caso de las comunidades de vecinos con piscinas compartidas entre sus vecinos, serán los administradores de fincas quienes gestionen tanto los accesos como los métodos a aplicar, todo siempre amparado por las reglas básicas dictaminadas por Sanidad. Distanciamiento social y aforo deberá cumplirse a rajatabla, dejando libre que cada residencia pueda aplicar la forma de acceder, si por bonos, por horarios definidos para cada vecino o según tramos para niños, adultos o mayores.
Donde todos concuerdan es en que los vestuarios y baños comunitarios permanecerán cerrados, y se establecerá un control férreo para prohibir la entrada a todo aquel ajeno a las propiedades de la comunidad, incluso aunque sean familiares de los propietarios. Las comunidades que cuentan con sistemas electrónicos de acceso, están en proceso de programar el torno de entrada para que se bloquee si se alcanzó el aforo máximo, liberándose cada vez que alguien salga. Los desprovistos de esos métodos automatizados, han optado por que sea un vigilante el que se ocupe de realizar el contaje.
