Publicado el 20 de agosto de 2020



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El Ayuntamiento de Oviedo recorta las tasas de obras en un 50%, la tasa de terrazas en un 25% y congela los precios de los servicios públicos

La junta de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo ha aprobado hoy que se inicie el proyecto de Ordenanzas de Tributos, Precios Públicos y Prestaciones Patrimoniales de carácter público no tributario para el ejercicio 2021. En el acta oficial se recoge varias rebajas fiscales a efectuar en determinados casos, como el de las terrazas de los comercios de hostelería, que tendrán un descuento del 25% en el impuesto a abonar. Recordemos que dicho impuesto quedó suspendido de pagarse durante el estado de alarma y hasta finales de año, por lo que, esta nueva normativa suscrita por el Consistorio se aplicaría para el año 2021 como refuerzo positivo de recuperación económico.

Todas las rebajas fiscales que el Ayuntamiento de Oviedo ha planteado buscan impulsar la maltrecha actividad económica, pero teniendo presente que no se resienta la capacidad redistributiva del propio Ayuntamiento. Así, se puede leer en el documento como se recortará también las tasas de licencias de obra en casi un 50% de lo que se paga actualmente. Las declaraciones del concejal de economía, Javier Cuesta, han sido claras en ese sentido, asegurando que se ha querido ser agresivo en las rebajas a aprobar para que todos los implicados en un proyecto de obra menor o mayor puedan reanudar su actividad lo antes posible merced a esta bonificación en los impuestos y las tasas.

Según los datos oficiales, el Ayuntamiento de Oviedo ingresa más de 70 millones de euros desde el impuesto de bienes inmuebles, un capital que constituye el grueso más importante de lo que ingresa de presupuesto. Durante el año 2020, el consistorio rebajó el IBI del tipo común y el que grava a las grandes superficies, un hecho que ha sostenido que volverá a hacer para el 2021. El descenso será de un 4%, haciendo que el tipo normal se quede en un 0,56 y el diferenciado en un 1.

El descuento en la hostelería, en los proyectos de obras y en el IBI son los tres pilares enumerados en el acta aprobada que, según se vaticina en el ayuntamiento, ayudará a sus vecinos a prosperar en una recuperación económica factible, pues se está potenciando las dos actividades más esenciales de la ciudad, es decir, los servicios y la construcción, además de rebajar el tipo de IBI. Según Javier Cuesta, el esfuerzo fiscal será grande, mas se afronta con decisión tras considerarse la única vía y la más importante ante la incertidumbre económica.

Asimismo, el concejal quiso recalcar que plantearon ser incluso más agresivos en las rebajas, mas la prudencia y el no comprometer los servicios públicos han sido los determinantes para fijarlos en cómo lo han suscrito.

Igualmente, en el acta oficial se contempla la congelación de todos los precios públicos de los servicios municipales, como los menús de los colegios públicos, el servicio de teleasistencia domiciliaria, las escuelas infantiles o las tasas que se deben abonar por adopción de animales, recogida de basuras, expedición de documentos o incluso el servicio de grúa.

El frente de ayudas directas del consistorio está en proceso

Esta rebaja fiscal proyectada se encarrila junto a la batería de medidas el Ayuntamiento ya tenía en marcha para inyectar fondos a la economía de la ciudad. La integración de esas ayudas se hará en dos fases, una primera destinada para las pymes y otra orientada al comercio y la hostelería. El plan original contemplado por la Concejalía de Economía era y sigue siendo que en septiembre estén ya abonándose.

Las ayudas consistirán en un pago de 1.000 euros por parte del Ayuntamiento a cada asalariado que salga de un ERTE y, por otro, abonar el 50% de todos los gastos derivados de adaptar los negocios a las medidas sanitarias dictaminados por la pandemia, como materiales aislantes o dispensadores.

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