Con los recortes y el miedo que tienen muchos funcionarios públicos a perder sus empleos, sobre todo dentro de los ayuntamientos españoles, no es de extrañar que se sitúen entre los trabajadores públicos más insatisfechos de Europa.
Según una encuesta de Randstad, los españoles son los que más descontentos están aunque ganan los italianos y los griegos, ya que en los tres países se han procducido importantes recortes que han afectado al colectivo de funcionarios.
Por ejemplo, para reducir su déficit, Grecia recortó el 60% del salario a 30.000 funcionarios y les dio un año para encontrar otro puesto dentro del sector público. En Italia, los trabajadores acudieron a la huelga el pasado diciembre ante la reducción de más de 30.000 millones que había anunciado el primer ministro Mario Monti.
Algo parecido a lo que está sucediendo en España, con el anuncio de recorte por parte del Ministerio de Rajoy. Ya en 2010 se les cortó el salario un 5% y se ha congeló en 2011 y también para este 2012. Todo ello ha hecho que los funcionarios españoles se sientan menospreciados y sin posibilidades de escalar dentro del sector, como lo podían haber hecho antes.
Un colectivo que casi siempre se han mostrado contento con su puesto de trabajo, por su puesto fijo y una serie de ventajas de las que no gozan otros empleos de la empresa privada, descartando a Pymes y autónomos, los grandes olvidados por sus bajos salariales.