El conocido mercadillo de El Rastro se celebrará de nuevo en las céntricas calles de Madrid tras la ratificación que ha dictaminado tanto el Ayuntamiento de Madrid, como los comerciantes y los vecinos, un acuerdo unánime entre todas las partes que se celebró ayer 14 de septiembre.
La apertura del Rastro ha estado minada de acusaciones y detractores que veían tal acto como un pulso a los contagios que se podían dar de coronavirus, mas al final, se ha redactado y decidido que se creará un perímetro de seguridad donde se aplicará todas y cada una de las medidas de seguridad pertinentes con el fin de minimizar esa hipótesis.
El Consistorio ha estado promocionando el encuentro durante varias semanas con el fin de atraer los posibles turistas -tanto nacionales como internacionales- que aún queden, propulsando así la maltrecha economía reinante.
Cómo será el nuevo mercadillo
La decisión final que se ha alcanzado consistirá en que los vendedores podrán instalar hasta un 50% de los puestos habituales, alternándose los domingos, y ubicándose en las ubicaciones de siempre, esto es, en la plaza de Cascorro y en las calles anexas, todo ello adaptándose estrictamente a las medidas de seguridad marcadas por el Ministerio de Sanidad.
El perímetro seleccionado fue el que los comerciantes propusieron inicialmente, siendo ratificado por el propio Ayuntamiento tras contemplar que es el lugar idóneo y más amplio donde poder implantar el distanciamiento social que se requiere. Afín a esa propuesta, el Consistorio se ha reafirmado en que, tras superarse los brotes de pandemia, se regirá una localización concreta para cada puesto, buscando así fundamentar las bases de una mejor organización del mercadillo.
No obstante, aún resta por definir varios parámetros de la apertura del famoso mercadillo. Si bien se ha dicho que será un 50% de puestos los que abrirán, aún no hay un número exacto de cuántos son, amén de que tampoco se ha definido la distribución de cada uno de ellos a lo largo de las calles habilitadas. El aforo máximo de los visitantes y si dicha cantidad de gente quedará limitada según qué calle o únicamente en los puestos, tampoco se ha fijado.
Así mismo, se tiene que estipular qué autoridad será la encargada de controlar estos aforos, unos puntos clave que se concretarán en comunión a la Junta Municipal del Centro tras propiciarse la próxima reunión en esta semana.
Un último punto de especial importancia que han logrado los comerciantes es que el Ayuntamiento de Madrid se comprometa a iniciar los procedimientos oportunos para impulsar y promocionar El Rastro como una actividad de carácter cultural.
Domingos de protestas
Ya van once domingos seguidos que los comerciantes y los vendedores ambulantes marcharon frente a las calles de El Rastro para denunciar su precaria situación, echando la culpa de la misma al concejal-presidente del distrito Centro, José Fernández, así como al propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Sus acusaciones se centran en que las palabras del alcalde siempre han sido contrarias a facilitar el inicio de este proyecto, pues su idea es dividir El Rastro en determinados mini mercadillos que se ubicarían en la Ribera de Curtidores, Arganzuela, Vara del Rey, Campillo del Mundo Nuevo y Gran Vía de San Francisco.
Así mismo, los vendedores se lamentan de que ya van seis meses con el mercadillo cerrado, con multitud de problemas y obstáculos que les va refiriendo la concejalía de Centro, aportando lo que ellos consideran planos manipulados y poco fiables.
Por fortuna, finalmente se ha llegado a un acuerdo formal para su reapertura. Esperemos y deseamos que no se produzca ningún problema de contagios.