El Ayuntamiento de Córdoba ha proclamado que procederá a garantizar la presencia de un portero -como mínimo- en cada colegio e instituto de la ciudad en un pulso claro para contribuir a controlar que las medidas de distanciamiento social y uso de mascarillas entre el alumnado precisadas por el Ministerio de Sanidad, se cumplen a rajatabla.
La teniente alcalde de la localidad, Isabel Albás, dictaminó que la comisión formada para regular esta iniciativa se ha mostrado a favor de prospectar la figura del portero-vigilante, cuya función primordial será la de controlar en los recreos, idas y venidas a los baños y paso entre aulas, que los estudiantes (y el profesorado) están respetando de forma efectiva las medidas sanitarias, evitando así minimizar la propagación del virus.
Por otro lado, los porteros también llevarán a cabo funciones secundarias en los centros educativos tales a asistencia en las oficinas de secretaría, comunicar información a los padres y madres que lo requieran, y donar asistencia a los profesores en labores como mantener la cola de alumnos ordenada o acompañar a los de menor edad a los servicios para que la clase no se quede desierta de un docente.
El borrador inicial suscrito por los partidos políticos de Ciudadanos y PP, contempló la contratación de 15 colaboradores en esos puestos ofertados de control interno en escuelas, aunque al final se optó por doblar ese número. La idea que predominó fue que no quedara ninguna escuela fuera de estas ayudas, garantizando que al menos haya un profesional de esta índole. Los colegios más grandes contarán con dos con el fin de cubrir todo el aforo de alumnos que tiene cabida.
Poder contar con esta figura entre sus pasillos, constituye una demanda histórica por parte de los directores de los centros educativos, algo que han agradecido con efusividad tras saber que la medida era aprobada por mayoría.
Más medidas que se aplicarán en los colegios
La comisión fundada para el control del COVID-19 ha anunciado de forma paralela los planes que tiene acordado con la empresa Sadeco, que ha sido licitada para ejecutar las labores de limpieza en todas las escuelas de la localidad. El presupuesto que se ha aprobado con dicha compañía permitirá que se realice dos desinfecciones completas cada día en cada centro escolar, contribuyendo así a que todas las superficies estén limpias de patógenos y se limite de forma consistente y eficaz la transmisión del coronavirus por contacto. Los procesos de desinfección harán hincapié, sobre todo, en higienizar los sanitarios, pomos y marcos de las puertas, las zonas de tránsito de alumnos y las zonas comunes. Así mismo, se procederá a un repaso continuo de la zona de recreo, concretamente en barandillas y zonas de juegos propensas a ser tocadas aunque estén clausuradas para su uso.
La teniente alcalde del Ayuntamiento quiso remarcar que, si bien es bien sabido que la situación no es buena para abrazarse al optimismo ciego, tampoco es tan preocupante como para decaer ante el alarmismo. Pidió que tanto padres como docentes sean pacientes y tengan fe en el sistema, pues si todos siguen las normas y el protocolo establecido, la vuelta a las aulas será un proceso con resultados bastante óptimos.
Por su parte, la responsable municipal de Turismo quiso recalcar en su intervención que la localidad debe ser consciente que es impensable la posibilidad de afrontar un segundo confinamiento, pues las consecuencias económicas y sociales que provocaría serían desastrosas tras analizar los datos del desempleo lastrados estos últimos meses.