Publicado el 11 de mayo de 2020



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El Ministerio de Cultura destina ayudas económicas a las salas privadas y cines

Desde el Ministerio de Cultura, se define una serie de criterios para ayudar económicamente a todo el mundo de la cultura afectado por el coronavirus. Cines, salas de teatro y de música, salones de variedades… todos ellos han tenido que cerrar sus puertas y, aunque en Fase 1 ya podrán abrir de nuevo, lo harán al 30% de su aforo total.

Lo primero que se evalúa es el alquiler de dichas salas por parte de los distintos grupos musicales y teatrales, unos beneficios perdidos al no poder efectuarse la representación. Mientras las condiciones sanitarias no secunden el poder abrir al público, los teatros siguen teniendo pérdidas continuas al tener una ganancia nula, un hecho que es lo que trata de evitar esta iniciativa. El cometido final es que se reciba una cuantía por estos meses de parón forzoso.

Además, el propio Ministerio de Cultura se está ocupando de gestionar la reprogramación del calendario de estos teatros para que entre septiembre y diciembre se pueda celebrar todas y cada una de las representaciones canceladas. Es complejo porque hay que coordinar a multitud de actores y bandas musicales, cada uno con sus agendas propias y responsabilidades profesionales a lo largo del año.

Salas de cine para niños

En el caso concreto de los cines, se plantea diseñar sesiones matinales para los más jóvenes, siempre y cuando los contextos escolares lo permitan en esas fechas. Sería una especie de aula matinal donde los niños podrían ver varias películas por un precio módico.

Salas privadas de teatro

La problemática de muchas salas de teatro privadas es que han perdido los pocos contratos que podían tener firmados por la cancelación del evento, sin verse un horizonte favorable a que pueda celebrarse a finales de año.

Para tratar esa incidencia, Cultura está intentando dar programación a esos teatros mediante el contacto con otras compañías de variedades, abriendo el abanico a representaciones dramáticas, de humor, o incluso de cuentacuentos infantiles. La idea es que, “por poco que sea, bienvenido sea”.

Propuesta de programación y calendario

En cuanto a la programación, se ha determinado que todas las salas tengan un calendario con las fechas de representación de, al menos, tres semanas llenas entre septiembre y diciembre. El máximo de funciones contratadas por sala será de doce, cuatro por semana.

Aquellas que no tengan ese mínimo serán el objetivo de actuación más inmediato, mientras que las que cumplan esa cota, podrán adherirse a aumentar sus representaciones si ninguna otra sala puede abarcarla.

Se ejecutará un análisis global del plan de exhibición para poder garantizar la calidad, la diversidad artística y el equilibrio territorial.

La dinámica de contratación será llevada por la sala en sí, pues aunque Cultura gestione la comunicación entre ambas partes, será la sala la que presente sus precios y normativa. Se trata de que tanto salas como grupos de interpretación puedan seguir con sus labores y ganando dinero, y es por ello que el Ministerio evoca un poco al sentido de comunión para cerrar los tratos económicos y de fecha, poniendo cada uno un poco de su parte para cerrar el acuerdo.

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